Las carreras
profesionales permiten a quien las cursa, y con sacrificio obtiene un título profesional, mejorar sus condiciones de vida, pero
principalmente superarse como persona y lograr metas personales,
familiares y sociales que le permiten mirar el futuro “con mejores
ojos”. Obtener un título profesional permite a las personas llevar
una forma de vida distinta, situación que conocemos y nos expresan nuestros
estudiantes egresados y titulados.
La situación descrita tiene un sentido profundo y es
mucho más potente en una universidad donde todas sus carreras se
dictan en horario vespertino y más del 80% de sus estudiantes son
personas que trabajan y estudian, como es el caso de la UniversidadMiguel de Cervantes.
Se espera entonces
que la sociedad en su conjunto valore la obtención de un título
técnico o profesional y de posibilidades a las personas que obtienen dicha
acreditación. Sus pares, sus colegas de profesión, se sentirán
naturalmente agradados de que el gremio crezca y se proyecte hacia
todos los rincones de la actividad profesional. Muchos trabajarán
en lo propio y otros tantos encontrarán empleo en actividades
complementarias, pero el paso por la universidad les habrá dado las
herramientas que necesitan para lograr sus propósitos. No serán
pocos los que se desempeñen en el ámbito internacional.
Nadie se cuestiona
si hay muchos Abogados, Ingenieros, Psicólogos o Doctores y
Enfermeras. Es más, en muchos casos se considera como un elemento
positivo el que exista una relación lo más cercana a 1 posible
entre el número de profesionales y la cantidad de habitantes de una
ciudad o país. Este es el caso de la construcción del Índice IESE Cities in Motion que en el item Planificación Urbana valora positivamente el número de arquitectos por cada 100.000 habitantes (NA). Lo mismo podría ocurrir con los Prevencionistas de Riesgos en un país donde ocurren 1 de cada 10 desastres que en el mundo acontecen.
Como se entiende entonces lo realizado por la página web prevencionar.com, donde se publica una noticia bajo el título Ante la saturación del mercado recomiendan NO formarse como técnicos de prevención de riesgos laborales. En ese texto se señala que la fuente son el Ministerio del Trabajo y el Instituto de Seguridad Laboral (ISL), sin indicar nombres ni referencia alguna. ¿Acaso el Ministerio de Justicia llamaría a no estudiar Derecho porque hay muchos abogados, lo mismo para el Ministerio de Vivienda? La verdad es que no se entiende lo que se trata de hacer, sobre todo cuando la economía está en desaceleración. ¿Cual es el camino que se ofrece a los estudiantes cuya carrera está siendo cuestionada?
Es muy común que el título de Técnico en Prevención de Riesgos sea solo el primer paso para muchos estudiantes, quienes, una vez que han comenzado a trabajar siguen la carrera de Ingeniería en Prevención de Riesgos y Medio Ambiente. De hecho, las mallas curriculares contemplan el título de Técnico de Nivel Superior en Prevención de Riesgos y Medio Ambiente como salida intermedia en la carrera de Ingeniería en Prevención de Riesgos y Medio Ambiente.
El camino de la desesperanza no hace grande a los países, muy por el contrario, el pesimismo corroe a las instituciones y las debilita. Es la conducta ética con los pares, el reconocimiento del esfuerzo del otro, el crear comunidad y fortalecer los lazos profesionales lo que hace grandes a los gremios y a los países. Ojala que muchos más estudien, que estudien la carrera que les guste y que los motive a ser buenos profesionales, donde la Prevención de Riesgos es una real e importante alternativa de desarrollo profesional.
Santiago JM Del Pozo Donoso
Director