jueves, 27 de abril de 2017

PREVENCIÓN DE RIESGOS: ¿CARRERA SATURADA?

Este artículo tiene por finalidad entregar al lector una opinión en base a información respecto de recurrentes afirmaciones que apuntan a que "la carrera de Prevención de Riesgos estaría saturada". Es una primera opinión que pretende generar una discusión informada al respecto, que presenta algunas ideas preliminares diferentes a la posición que lentamente se ha instalado y que tanto desalienta la profesión.
Ya se había tocado aquí este tema en un artículo anterior, publicado el martes 24 de enero del presente año, titulado Ingeniería en Prevención de Riesgos: ¿Carrera saturada?

Desarrollo

En el período 1990 - 2016 se acreditaron ante la autoridad sanitaria un total de 66.762 expertos en prevención de riesgos, de los cuales son Ingenieros en Prevención de Riesgos un total de 32.392 (48,5%), otras profesiones con Postítulo un total de 1.225 (1,8%), Técnicos en Prevención de Riesgos un total de 33.098 (49,6%) y prácticos 47 equivalentes al 0,1%. (ver gráfico costado derecho).

El profesor Germán Rodrigo Olguín Cortés (a), Ingeniero en Prevención de Riesgos y Medio Ambiente, ha precisado que las estadísticas sobre Ingenieros y profesionales con postítulo son certeras, pero en muchos casos los técnicos han continuado estudios y se han titulado de Ingenieros. Por este motivo la cifra de Técnicos en la realidad debe ser menor a la que se muestra en la estadística que lleva la Autoridad Sanitaria.


Un tercio del total nacional se ha acreditado en la SEREMI de Salud de la Región Metropolitana de Santiago y el 46% del total corresponde a la suma de la Región del Bio Bio con la Región Metropolitana de Santiago. La distribución por región se muestra en el gráfico lateral derecho. Es importante aquí destacar que los datos expuestos no señalan la región donde actualmente trabaja el Experto en Prevención, sino que identifican la región donde se acreditó ante la Autoridad Sanitaria, situación que advierte el profesor Olguín Cortés, para una mejor interpretación de la información disponible.


Al analizar la distribución regional se observa que ingenieros y técnicos presentan una similar distribución de expertos acreditados en cada una de ellas, situación que se muestra en el gráfico titulado "Nº de Prevencionistas por Región 1990 - 2016".  Las regiones Metropolitana, del Bio Bio y Antofagasta concentran más del 50% de la cantidad total en ambas categorías. Las regiones que presentan menor número de expertos prevencionistas acreditados son: la XII, I y III regiones.


El campo laboral

Los datos presentados permiten aterrizar la discusión sobre la saturación de la carrera de Prevención de Riesgos cuando se cruzan con datos respecto del número de empresas existentes en el país. Efectivamente, el SII señala en sus estadísticas que en Chile existen 1.053.595 empresas vigentes al año 2016. Esta cifra indica que existen entre 15 y 16 empresas por cada experto en prevención de riesgos acreditado en la autoridad sanitaria.

Estos datos también presentan un leve sesgo por cuanto la Legislación sobre Prevención de Riesgos, entiéndase el artículo º de la Ley 16.744 y el Decreto Supremo Nº 40 señalan que la clasificación de las empresas es por número de trabajadores. Respecto de este aspecto la profesora Cecilia Katherine Vega Cortés (b) señala que existen numerosas empresas de pequeño tamaño que tienen elevados ingresos. Sin embargo, para fines de este artículo, nos guiaremos por las novedades que nos presentan los "grandes números".

Si aceptamos que las 14.153 grandes empresas que existen en el país contratan entre 3 y 4 prevencionistas de riesgos cada una, se estima que estas tienen contratados entre 42.459 y 56.612 prevencionistas de riesgos, lo que equivale a un 63,6% y un 84,8% del total de Expertos Profesionales respectivamente.

En el otro extremo de la clasificación realizada por el SII se encuentra un total de 673.026 micro empresas, las que debieran cumplir con la legislación vigente en materia de prevención de riesgos laborales. Podemos incorporar en este cálculo 186.190 pequeñas empresas y 28.037 empresas medianas.

Del análisis de los datos disponibles se deducen los siguientes aspectos:

1.- La cantidad de Expertos Prevencionistas registrados en las Seremi de Salud distribuidas a lo largo del país, que asciende a 66.762 expertos, es una cifra novedosa, guarismo que no ha sido especificado aún en el abordaje sobre saturación de la carrera de Ingeniería en Prevención de Riesgos y Medio Ambiente.

2.- Las grandes empresas son el foco proveedor de empleo al que aspiran los egresados de Prevención de Riesgos. Sin embargo, se aprecia que serían las empresas subcontratistas aquellas entidades que demandan mayor cantidad de Expertos en Prevención de Riesgos (Ingenieros y Técnicos) en los períodos de bonanza económica.

3.- La situación señalada en el punto 2.- anterior explicaría el nivel de alta demanda por empleo que se registra en los últimos tres años en portales como: trabajando.com  laborum.cl, chiletrabajos.cl, computrabajo.cl, universiaempleo.cl, yapo.cl, jobrapido.cl, etc.

4.- No existen instrumentos de política pública que faciliten la aplicación de la legislación en cuanto a prevención de riesgos en los sectores más débiles como son las microempresas. Este aspecto no es menor ya que las 673.026 microempresas registradas por el Servicio de Impuestos Internos corresponden al 64% del total de empresas existentes en el país.

5.- En el caso de las microempresas, si suponemos un total de 6 trabajadores en cada una de ellas, el empleo total ascendería a 4 millones de personas que se encuentran desprovistos de corbertura en prevención de riesgos y medio ambiente.

Artículo elaborado por:
Santiago JM Del Pozo Donoso
Director de la Carrera de Ing. en Prevención de Riesgos y Medio Ambiente
Universidad Miguel de Cervantes


Notas:
(a): Germán Rodrigo Olguín Cortés, es Ingeniero en Prevención de Riesgos y Medio Ambiente. Se desempeña como docente de la cátedra Gestión Ambiental I y II, en la carrera de Ingeniería en Prevención de Riesgos y Medio Ambiente de la Universidad Miguel de Cervantes.

(b): Cecilia Katherine Vega Cortés, es Ingeniero en Prevención de Riesgos y Medio Ambiente. Se desempeña como docente de la cátedra Auditoría en Prevención de Riesgos y Medio Ambiente, en la carrera de Ingeniería en Prevención de Riesgos y Medio Ambiente de la Universidad Miguel de Cervantes.

miércoles, 5 de abril de 2017

MANEJO DE EMERGENCIAS

En la actualidad el concepto del manejo de emergencias se refiere al proceso racional mediante el cual una sociedad se prepara para lidiar con las consecuencias asociadas a eventos naturales o creados por el hombre. Requiere de un enfoque integral de las actividades necesarias antes, durante y después de una emergencia o desastre. Esta correlación de tiempo y espacio define la dinámica en la que interaccionan las cuatro (4) fases del manejo de emergencia; preparación (antes), mitigación (antes y después), respuesta (durante) y recuperación (después).

El Manejo y Gestión de una emergencia tiene como objetivo principal proveer protección a todos los ciudadanos frente a todo tipo de peligro, como también a la propiedad y a la nación.

Un efectivo manejo de emergencias incluye una aproximación funcional a todas las emergencias, planes de cooperación, uso apropiado de los recursos y compartir las responsabilidades entre los 3 niveles de Gobierno: Nacional, Provincial y Municipal.
      Michel De L'Herbe, experto en Emergencias, exponiendo a la carrera Ingeniería en Prevención de Riesgos y Medio Ambiente de la Universidad Miguel de Cervantes.
Tipos de peligros o riesgos:


Hay muchas características comunes en los desastres de distinto origen (tecnológicos, naturales, terroristas), donde las estrategias de enfrentamiento que se aplican, y que han sido adecuadamente diseñadas, son las mismas como base para todo tipo de emergencias, lo cual sin lugar a dudas simplifica y facilita el manejo y posterior control de la misma, así como brinda la oportunidad real de generar un modelo de alcance masivo, comunitario y participativo, donde el rol del asesor especialista consiste en efectuar los ajustes y/o adaptaciones del modelo con las diferencias propias de cada situación.

Asociatividad para el Manejo de Emergencias:

Encontrar recursos para el manejo de emergencias requiere de un sistema de asociatividad entre los niveles gubernamentales (nacional, regional y municipal) y el sector privado (empresas e industrias, organizaciones de voluntariado y la ciudadanía en general). Esta aproximación también permite a las víctimas de una emergencia o desastre, contribuir a las soluciones de la misma emergencia o catástrofe de una manera sinérgica y coherente.

Clara Priorización

Un Modelo Moderno de Gestión de Emergencias basa su funcionamiento en prioridades claras, no sólo en la operación, sino como fundamento básico del mismo. Estas prioridades son:

1.- Salvar Vidas y Proteger Vidas
2.- Controlar la Emergencia
3.- Proteger y Salvaguardar la Propiedad

En este sentido, ante la disyuntiva de qué hacer frente a diferentes alternativas, esta priorización orienta claramente la toma de decisión en cada una de las etapas del Ciclo de Vida de la Emergencia, las operaciones, la elaboración de Planes de Acción Consolidados, etc., en definitiva cruza transversalmente cada acción en la gestión. Lo invitamos a aplicar esta priorización en alguna de las emergencias de la cual usted tenga conocimiento, para así ver cómo se simplifica la evaluación y toma de decisión d ela misma.

Ciclo de Vida de la Emergencia:

Los desastres no aparecen de un momento a otro, ellos existen a lo largo del tiempo y tienen un ciclo de vida de ocurrencia y desarrollo, por lo cual son previsibles, siempre y cuando existan los entes encargados del monitoreo y búsqueda de la anticipación de su ocurrencia: “no sabemos necesariamente cuándo, pero tenemos certeza que ocurrirán, de nosotros depende estar preparados”.

Este ciclo establece una serie de fases de manejo; Estrategias para Mitigar Peligros o Riesgos; Prepararse para…… y Responder a emergencias; Recuperación de los efectos.
Nuestra propuesta específica se relaciona con el establecimiento e implementación de medidas en el marco de las 4 fases del Manejo de Emergencias y el Ciclo de Vida de la Emergencia:

1-Fase de Mitigación: Prevenir futuras Emergencias
  • Incluye acciones tendientes a prevenir una emergencia, reducir la posibilidad de su ocurrencia, y/o reducir los efectos inevitables de las mismas. 
  • Las actividades de Mitigación, toman lugar antes y después de las emergencias.
2-Fase de Preparación: Preparación para el Manejo de una Emergencia
  • Incluye Planes o acciones tendientes a Salvar Vidas (humanas y animales) y ayudar a las operaciones de respuesta y rescate. 
  • Los Planes de Evacuación y Planes de Acción, la definición de lugares de almacenamiento de agua o alimentos, son un ejemplo. 
  • Las actividades de Preparación toman lugar antes de la emergencia.
3-Respuesta: Responder de manera segura ante una emergencia
  • Incluye acciones que se llevan a cabo con el fin de salvar vidas y prevenir daños adicionales a la propiedad durante la emergencia. (monitoreo ambiental- rescate, evacuación, información pública durante la crisis, manejo comunicacional, etc). 
  • Las actividades de Respuesta toman lugar durante la emergencia.
4-Recuperación: Recuperación de una Emergencia
  • Incluye acciones tendientes a retornar a una situación normal o a lo menos más segura, inmediatamente después de las emergencias
  • Las actividades de Recuperación toman lugar después de la emergencia, aunque a partir de los Procedimientos que se establezcan, la movilización de recursos (humanos, técnicos, económicos, etc.) puede, muchas veces, comenzar al momento que la emergencia sea declarada. La etapa de Recuperación, especialmente en lo que respecta a planificación puede empezar durante la crisis e incluso la elaboración de Planes de Acciónes pueden ser considerados para situaciones previsibles como es el caso de zonas con riesgo de inundaciones o catástrofes naturales ( por ejemplo huracanes, terremotos), zonas urbanas cercanas a instalaciones de riesgo (plantas nucleares, represas, industrias químicas, instalaciones militares, etc.).

Comprender el Ciclo de Vida de la Emergencia, es fundamental para poder iniciar el camino hacia el establecimiento de un modelo de manejo de emergencias moderno, capaz de instaurar una cultura de la anticipación por sobre la mera reacción.